martes, 22 de diciembre de 2015

En el centenario de su nacimiento: Sinatra siempre Sinatra

No es tarea fácil resumir en unos cuatro o cinco mil caracteres la vida musical y artística de una de las voces más populares en idioma no español del siglo XX. De él se han escrito numerosas biografías resaltando una vida llena de éxitos y de algunos fracasos, pues como todo ser mortal, éstos –los fracasos- también cuentan. Hablamos de Frank Sinatra, conocido con el apelativo de “La Voz” dado su buen registro vocal, tipo barítono, y de quien el pasado 12 del mes en curso se cumplieron 100 años de su nacimiento. En esta pequeña crónica no ahondaremos en su relación con las más bellas mujeres de la época, de sus amigos Presidentes, de su carrera actoral, y de sus supuestos nexos con la mafia. Es lo de menos. Lo importante, realmente, es el aporte, su contribución al mundo de la música y del espectáculo al igual que lo hacen otros colegas de su generación – aún vivos- Bob Dylan y Paul Anka, entre otros, verdaderos íconos de la canción popular y romántica. 

De cómo vino al mundo.
Hijo de un bombero y boxeador inmigrante italiano, vecino de Hoboken, en las afueras de Nueva Jersey, Frank Sinatra vino al mundo el 12 de diciembre de 1915. Su madre, Natalie Delia Garaventa, Dolly, había nacido en Lumarzo, provincia de Génova, trabajó como comadrona y en varias ocasiones estuvo en la cárcel por practicar abortos ilegales. Luego de abandonar la escuela donde se destacó por su poco apego a los estudios, Frank debutó en un hotel de su ciudad natal en 1938, cobrando sus primeras propinas. Luego alcanzó una estadía de 6 meses en la orquesta del trompetista Harry James, hasta que en 1940 obtiene el puesto de vocalista en la banda de Tommy Dorsey. La dupla se hizo notar enseguida y poco después Sinatra se lanzó como solista.

Tres etapas. Coinciden sus biógrafos en que la carrera musical de Sinatra consta de tres etapas: La primera sería la de los años 40, en la que se produce su evolución de cantante jazzístico de orquesta (Harry James y Tommy Dorsey) a vocalista solista para Columbia, habitualmente con una agrupación dirigida por Axel Stordahl. Una segunda etapa, la más elogiada, es su época como intérprete para Capitol que abarca la década de los 50; fue un período fundamental en su vida en todos los aspectos y supuso su consagración absoluta como número uno de la canción popular. La importancia de la colaboración de arreglistas como Nelson Riddle y otros fue esencial para transformar el sonido de Sinatra en uno más moderno alejado del de su época anterior. La tercera etapa y última es la de su salida de Capitol para gestionar una compañía discográfica propia, Reprise. Esta etapa está marcada por su supervivencia como artista en medio del surgimiento y consolidación del rock and roll.

Sinatra era Sinatra.
Sus registros para el sello Capitol de los años 1953 a 1962 marcan para muchos lo más consistente de su larga carrera. Paralelo a su voz, Sinatra poseía buen tino para seleccionar música y músicos, enriqueciendo su repertorio con temas y orquestaciones impecables. Creó versiones de antología de grandes composiciones de Porter, Rogers, Kander, Coleman, Kahn, Van Heusen o Stevie Wonder. Uno escucha y visualiza a través de la pantalla chica o de un video, por ejemplo, cantando a My way (A mi manera) o Stranger in the night (Extraños en la noche) y percibe el extraño encanto de una voz de color, aunado a esa proverbial cancha escénica y un sentido rítmico que le permitía dar vuelo a su fraseo.

Temas clásicos. Las canciones de Sinatra - My way, Strangers in the night, New York, New York e I"ve got you under my skin- son consideradas las más emblemáticas de su carrera. Hizo unas 2.000 grabaciones, participó en 50 películas, ganó unos cuantos premios Grammy y un Oscar por su participación en el filme De aquí a la eternidad, y fue durante medio siglo el número uno del entretenimiento. En las postrimerías de su vida grabó dos álbumes exitosos de Duets con vocalistas de la talla de Liza Minelli, Julio Iglesias y Luis Miguel. Otras canciones de que quedaron para la posteridad fueron Come fly with me, Bewit ched, The good life, The girl from Ipanema, Summer wind, Good year, Moonlight serenade y Drinking again, entre otras.



My way en español. Son varias las versiones en español que se han hecho de esta famosísima melodía, una de ellas, quizás la mejor, es la interpretada por el boricua Bobby Cruz. Le sigue la de Raphael y la del mexicano Vicente Fernández. De antología la interpretación que hizo el recordado Elvis Presley al igual que Robbie Williams, pero ambas en inglés.

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